- Temes al invierno?

- No.

- ... márchate.

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4 jun 2010

Mentira

A pesar de que ya suponía lo que iba a pasar cuando el llegara, Nine no pudo evitar sentir una punzada de desprecio mientras recogía el desmadejado cuerpo de Shasha del suelo y le hacía una breve señal a su amiga Malena para que la acompañara con Dhani a la enfermería.


El gesto de sorpresa que quedó patente durante un segundo en la cara de èl, no fue suficiente como disculpa. Och, tendría que dar muchas explicaciones y ella no pensaba ser benévola.


Lo miró, de arriba a abajo y luego a la inversa lentamente, para terminar con una expresión que parecía querer decir, y eso es todo?


El se limitó a esbozar una extraña sonrisa y darle la espalda sin preocupación.


- No le des la espalda a un lobo a no ser que quieras que te muerda.- masculló ella entre dientes ganándose una ceja alzada por parte de Malena y una alegre carcajada de Dhani.


- Relaja, simplemente es como si fuera nuevo en el corral.- murmuró la mayor mientras se metía un bonito caramelo rojizo en la boca.


Nine la contempló con una media sonrisa, pues sabía que su amiga comía dulces cuando estaba estresada. Sobre todo aquellas preciosas bolitas que sacaba de sabe dios dónde y que se convertían en sus exclusivos petits plaisirs.

Ni siquiera ella había sido inmune a ese ''vagabundo''.


Suspiró, harta de tener que mantener la compostura y las apariencias, y se encaminó resignada hacia la enfermería con aquel pequeño y frágil cuerpo entre sus brazos.





Por su parte, Shasha no se había dado cuenta de la conmoción que había causado su repentino desmayo. Ni siquiera se percató del paso de las horas... ni del hecho de que en la enfermería apareciera otro inquilino.

De hecho estaba teniendo una terrible pesadilla en la que se ahogaba en un tazón de caldo de pescado.


- Agh.- murmuró mientras intentaba superar el terrible peso que parecía haberse instalado sobre sus párpados.

Todo lo que la rodeaba era borroso. Una marea de olores desagradables la asaltó, comenzando por esa maldita peste  a desinfectante que tanto odiaba. Y por alguna razón, ese día olía mucho más.


Cuando quiso alzar una mano para frotarse la cara, se dio cuenta de que un peso se la inmovilizaba, y de que la cabeza le latía.

Le dio prioridad a la mano.


- Ni...ne.- mascullo mientras maldecía la incapacidad para pronunciar con la cual su cerebro parecía no tener problemas pero que aparentemente su boca no recordaba.


Una suave fragancia a lavanda, mezclada con miel y algo más que no supo reconocer la embargó.


- Shhh. No seas impertinente. Ella está- una breve risa- ocupada. Yo te cuido y espero ser suficiente, y si no...- el silencio que siguió le dijo a Shasha que probablemente aquella chica tan, indescriptible, se hubiera encogido de hombros y hubiera dado pro terminada la conversación.


A pesar de su advertencia, le extrañaba mucho que su amiga no estuviera por allí, pero lo cierto es que cuando por fin pudo ver con claridad, se dio cuenta de que la otra chica alta tampoco estaba.



Su boca se frunció levemente, molesta porque Nine la hubiera abandonado con la que, para ella, aún era una desconocida. Pero decidió, por alguna extraña razón, hacerle caso y no hablar.


Se limitó a incorporarse titubeante y observar todo como si fuera un polluelo de búho en pleno día. Cuando sus ojos se tropezaron con un espejo, se dijo que su pelo también se asemejaba a aquellos bichos.



- ¿Con quien te crees que estás jugando, sassenach?- el extraño y familiar sonido, muy similar a un rugido, parecía surgir de la otra cabina al lado de la que se encontraban.



Shasha miró confusa a su compañera de cama, pues comprobó que Dhanelle se había sentado indolentemente sobre el colchón, balanceando los pies y sonriendo de forma casi... macabra.

No le preguntó de donde provenía aquella protesta, pues era obvio por su cercanía.

La pregunta que si estuvo a punto de formular era qué demonios hacía Nine allí si ella estaba mal y encamada. Quizá sonase infantil y caprichoso, de ahí que se la guardara para si.


A pesar de que casi le avergonzaba el descaro de su compañera al escuchar tan abiertamente una conversación ajena, no pudo menos que seguir su ejemplo y poner la oreja.



- ¿Así es como se trata a alguien que vuelve al hogar tras tantos años?- aquella voz si que no la reconocía. Grave, melódica y extrañamente áspera a pesar de su fluided, casi como si no estuviera acostumbrado a usarla, porque era claramente masculina.


Algo extraño vibró dentro de ella al oír aquella profunda cadencia.


- Por mi como si son siglos. El tiempo que pasaste allí te volvió como ellos, así que no me vengas con excusas adornadas de verdades, porque no te valdrán. Para mi eres tan extranjero como ellos.


Un suspiro.


- No puedo creerlo de ti, casi pareces un erizo de tan tensa que estás.- Shasha vio como Dhanelle se revolvía y componía una mueca de disgusto en su pequeño rostro.- Ni siquiera un saludo o una pregunta para saber cómo estoy...


- Muerto, si no dejas de hacer estupideces pronto.- murmuró una voz mucho más suave que la de Nine y que Shasha decidió atribuír a la amiga de Dhanelle.


Una suave carcajada que le erizó el vello de los brazos fue la única respuesta que obtuvo aquella amenaza velada.

Shasha no pudo evitar pensar que aquel chico, fuera quien fuera, no tenía mucho sentido común. O carecía por completo de el.


- Ninette... te lo dejo,- murmuró de nuevo la voz suave, sorprendiendo a Shasha por aquel extraño mote que su amiga consentía.


Las cortinas se apartaron y ante ellas apareció la hermosa y alta rubia, que ocupó la otra esquina de la cama y se abrazó a Dhanelle.


- Sujétame... por favor.- dijo tan suavemente como antes y sin alterar el tono.

La aludida correspondió a la petición de inmediato y sin dejar de sonreír, si bien sus ojos habían adquirido un tono oscuro y peligroso.

Shasha no dijo nada. Solo observó y siguió escuchando.


- ¿Vas a matarme o solo a deleitarte con la visión de mi cuerpo semi-desnudo?- masculló la voz grave con un deje de ironía y sarcasmo tal, que Shasha a punto estuvo de saltar de la cama e ir a pegarle.


La respuesta se hizo esperar, pero el tono empleado superaba con creces la frialdad del lago Holboorn en pleno invierno. Cuando se congelaba por completo.


- Nunca me mancharía las manos con la apestosa sangre de un traidor como tú.


El emitió una especie de risa ahogada y luego murmuró algo como, ''entonces es por mi insultante belleza por lo que te quedas'' que se vio interrumpido por un sonido sordo, algo como un golpe de hueso contra hueso, seguido por una tos viscosa y una nueva risa sofocada.



- Te has manchado, mentirosa.



- La próxima vez apuntaré mas abajo, sassenach.- masculló con furia su amiga, consiguiendo que el otro se silenciara.



Cuando apartó la cortina, Shasha cedió al impulso de inclinarse y observar el contenido de la otra camilla.



A pesar de que casi estaba preparada, sus ojos se vidriaron cuando contempló toda aquella sangre de nuevo, además del torso desnudo de alguien en bastante buena forma, malditas sus hormonas por fijarse en aquello, y en un rostro que la contemplaba como quien mira un objeto extraño en un expositor de una tienda.


Se apartó rápidamente y clavó sus ojos en los de Nine, esperando obtener respuestas. Aunque lo que vio la dejó muda.

Jamás en toda su vida había visto aquella expresión en su amiga. Lo único que destilaban sus bonitos ojos ahora casi verdes en su totalidad, era odio, dolor y pena. Como si un día, alguien se hubiera muerto y de repente te enterases, tras meses de lágrimas, de que todo había sido una broma.



Hasta Dhanelle y su amiga la miraron preocupadas.

Fue esta última quien, delicadamente, apoyó una mano en su hombro y le ofreció un colorido envoltorio naranja sin mediar palabra.


Nine la miró entre confusa y agradecida, mientras cogía el caramelo con una media sonrisa bailando en sus labios.

Shasha se percató de que tenía una pequeña gota de sangre en el labio, y se incorporó para limpiárselo con la manga, ganándose una sonrisa por parte de ella y un comentario bizarro por parte de Dhanelle.


Decidió que aquel simplemente había sido un día muy malo y que no haría preguntas... de momento.